El papa Francisco se comunicó con
el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, para "interesarse" por los
graves incidentes y saqueos ocurridos la última semana en la provincia ubicada
en el centro de la Argentina.
Ñáñez contó hoy, en su homilía
dominical, que habló con el papa argentino: "Ayer por la mañana el Santo
Padre me llamó por teléfono. Quería interesarse por la situación de Córdoba y
expresarnos su cercanía en la oración".
"(El papa) pidió que
fuéramos capaces de reencontrarnos para que la paz reinara entre nosotros. Se
lo agradecí profundamente y le pedí la bendición, que de corazón nos
dejó", dijo el sacerdote, según detalló la radio cordobesa Cadena 3.
Francisco abogó por buscar la
"esperanza en la reconstrucción de nuestra sociedad", dijo Náñez,
quien reflexionó a título personal que la semana pasada se vivió "una penosa
transgresión a la ordenada y civil convivencia, se han atropellado las
personas, sus bienes, proyectos, sus esperanzas (...) Se ha roto la amistad
social".
Los saqueos perpetrados el martes
y el miércoles en la ciudad de Córdoba, ubicada a 700 kilómetros al noroeste de
Buenos Aires, en medio de una huelga policial, dejaron un saldo de unos 1.000
comercios robados, un muerto, más de 200 heridos y 52 detenidos.
El gobierno de la presidenta
Cristina Fernández movilizó en los últimos días 10.000 efectivos de seguridad
ante cierto temor de que se provoquen desmanes y saqueos en medio de protestas
policiales en diferentes provincias del país.
El diario "La Nación"
señaló hoy que el gobierno movilizó a 10.000 efectivos de Gendarmería Nacional
"a las regiones más calientes para evitar el efecto contagio". Sin
citar la fuente, el matutino señaló que "un alto funcionario" del
gobierno "dejó trascender que diseña un plan anti saqueos para el 20 de
diciembre próximo, cuando se recuerda el peor día de la crisis de 2001",
cuando murieron 39 personas en un contexto de estallido social.
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